¿Alguna vez has estado en una sala de conferencias donde la voz del orador se escucha apagada, zumbando o incluso entrecortada inesperadamente, a pesar de usar equipos de audio de alta gama? El problema a menudo no es el equipo en sí, sino un entorno acústico mal diseñado.

A continuación se presentan tres fallas acústicas comunes que minan la claridad del habla y cómo solucionarlas.

1. Ondas estacionarias de baja frecuencia: un «atasco» de sonido

Lo que escuchas: Un ruido sordo o retumbante persistente, especialmente en voces más profundas, que hace que sea difícil seguir el discurso.

¿Por qué sucede?: Las ondas sonoras de baja frecuencia tienen longitudes de onda largas. En habitaciones pequeñas, se reflejan entre superficies paralelas y crean ondas estacionarias, zonas donde la energía sonora se acumula o se cancela. Por ejemplo, en una habitación de 30 m², la presión sonora de baja frecuencia de 125 Hz puede variar en más de ±10 dB.

La solución: Optimice las dimensiones de la sala para evitar cubos perfectos e instale trampas de graves u otros absorbentes de baja frecuencia para suavizar la respuesta de graves.

2. Eco disruptivo: Cuando los reflejos interfieren

Lo que escuchas: Una repetición débil y retrasada de la voz del hablante, que causa distracción y reduce la comprensión.

¿Por qué sucede?: Cuando el sonido viaja desde el presentador hasta una pared distante (por ejemplo, a más de 17 metros), puede regresar más de 0,1 segundos después, lo suficiente para que el cerebro lo perciba como un eco distinto.

La solución: Reorganice las posiciones de los asientos o de los altavoces para minimizar los largos caminos de reflexión y agregue paneles acústicos en las paredes traseras y laterales para absorber los reflejos retrasados.

3. Mala colocación de los altavoces y filtrado de peine

Lo que escuchas: El sonido es demasiado fuerte en la parte delantera pero demasiado bajo en la parte trasera, o parece “desaparecer” en ciertos asientos.

¿Por qué sucede? Cuando los altavoces se colocan demasiado cerca de paredes, techos o suelos, el sonido reflejado interfiere con el sonido directo. Esto provoca cancelación de fase, un efecto de "filtrado de peine" que debilita o anula ciertas frecuencias. Una orientación incorrecta de los altavoces también crea una cobertura desigual.

La solución: Coloque los altavoces con cuidado para minimizar los reflejos de las superficies cercanas y oriéntelos para que cubran el área del público de manera uniforme. La sintonización profesional garantiza que los niveles de sonido varíen menos de 3–6 dB en todos los asientos.

Un audio claro e inteligible depende no solo de un equipo de calidad, sino también de un espacio acústico bien acondicionado. Al abordar las ondas estacionarias, los ecos y la ubicación de los altavoces, puede convertir una sala de reuniones frustrante en una zona de comunicación fluida.

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